Todo lo que no sabías de los juegos de cocinitas
¿Quién no ha jugado alguna vez a un juego de cocinitas? Bien sea la clásica cocina de madera o plástico en el que se simula a la perfección electrodomésticos y menaje o bien, la simulación de platos exquisitos de plástico y madera.
Los juegos de cocina nos han acompañado a lo largo de nuestra vida. Son parte de nuestro imaginario colectivo y nos han ayudado a crecer y desarrollarnos durante los años más importantes de nuestra vida.
En la web de la Tribu Educativa encontrarás todo lo que necesitas acerca de los juegos de cocinitas (también conocidos como juegos de cocina). Si quieres comprar, comparar o, simplemente, curiosear acerca de estos productos, este es tu sitio.
¿Qué son juegos de cocinitas?
Los juegos de cocina son aquellos juegos simbólicos que recrean cualquier experiencia o actividad desarrollada en el entorno gastronómico. Existen multitud de juegos de cocina. Desde elaboradas cocinas hasta juegos para simular ser un distinguido enólogo.
Para muchos, se trata de un juego que, durante años, ha fomentado estereotipos de género. Sin embargo, a día de hoy se convierte en una palanca muy útil, no solo para minimizarlos, sino para romperlos del todo.
Las cocinitas o los juegos de cocina tienen su origen en épocas pretéritas. Los más pequeños del imperio romano jugaban a simular a sus padres en juegos en los que simulaban cocer alguna planta o piedra.
En la actualidad, esta tipología de juguete se ha sofisticado mucho y es muy fácil encontrar productos en los que se emula a la perfección una cocina profesional o un plato de 3 estrellas michelín.
¿A qué edad se puede jugar a juegos de cocinitas?
Los juegos simbólicos como los juegos de cocina no tienen una edad prefijada. Dependiendo del tipo de producto y juguete la edad recomendada será una u otra. Lo importante es que el juego vaya acorde con la capacidad intelectual del o de la pequeña para idear escenarios imaginarios.
Los juegos de cocinitas más complejos requieren habilidades de psicomotricidad y manipulación con las manos que se adquieren a partir de los 2 o 3 años de edad. Por otra parte, también es importante que el niño o la niña tenga la suficiente imaginación como para poder crear situaciones ficcionadas.
En cualquier caso, la edad mínima recomendada vendrá siempre anotada en la ficha de cada producto. En caso de duda o pregunta, siempre puedes consultar al equipo de pedagogos especialistas de la Tribu Educativa o rellenar el formulario que te encontrarás en el footer.
¿Qué materiales se emplean en los juegos de cocinitas?
Los materiales con los que están hechos los juegos de cocinitas van en función del tipo de juguete y de la complejidad del juego. Por lo general suelen combinar los siguientes materiales:
- Cocinitas: madera, plástico, metales
- Platos de mentira: fieltros, telas, maderas, plástico
- Disfraces: Tela, fieltros, plástico.
Es crucial revisar bien los componentes de los materiales para evitar alergias o situaciones desagradables. Además, en el caso de los juguetes que estén recomendados para niños/as pequeños/as, deberemos fijarnos en el tamaño de las piezas.
Las cocinitas suelen ser juguetes más grandes y caros. Si queremos que sea un juguete de calidad y que dure muchos años, conviene reparar en la calidad de los materiales con los que está hecho.
Beneficios de juegos de cocinitas
Algunos de los beneficios derivados de este tipo de juguetes son:
- Mejoran las habilidades de manipulación: Los niños y las niñas necesitan jugar y ser minuciosos en los procesos.
- Mejoran la destreza visual: averiguar donde están las piezas o incentivar la atención de los pequeños en el hogar.
- Generan la capacidad de simulación: las cocinitas obligan a los niños y niñas a simular situaciones y escenarios.
- Mejoran el orden: igual que pasa en las mejores cocinas, es necesario tenerlo todo ordenado
- Fomentan el trabajo en equipo: las cocinas ayudan a que los niños reparen en sus amigos, familia y compañeros.
Aprendizajes pedagógicos de los juegos de cocinitas
Al tratarse de un juego simbólico, las cocinitas fomentan la creatividad, la imaginación y la cooperación de los más pequeños. Deben imaginar y simular situaciones que ven en casa por lo que es un proceso que puede ayudarles a madurar y a empatizar con su familia.